20/5/14

Dos vidas (Esther)

- ¿Qué crees que pasará con nosostrxs? – le dice mirándole con los ojos llenos de lágrimas. Siente que le va a reventar la cabeza. El corazón le late con una intensidad desconocida. Un ritmo atípico golpea su caja torácica. Es algo frenético.
- No lo se… solo sé segurx que nosotrxs podremos superar esto – dice intentado convencerse de sus palabras, a ambxs.
- ¿Cómo? Cada paso que damos nos aleja más, no tiene sentido. ¿Cómo seguiremos juntxs de esta forma? – le pregunta perplejx.
- Será difícil, pero podemos. Yo te amo – le dice convencidx.
- ¿Cómo puedes tener tanta confianza? Yo veo tantos problemas en esto, barreras… tantas situaciones que nos pueden alejar. Duele – llora. Sus lágrimas limpian su cara, pero no se llevan ese peso que siente en su alma.
 Lo sé – dice intentado ser durx – Sé que podremos.
- No me gusta esta situación.
- Ni a mi tampoco.
- Sé que no podemos rechazar lo que nos está ocurriendo, no deberíamos… luego acabaríamos arrepintiéndonos.
- Ya… pero quizás nos arrepentiremos más de alejarnos… - dice dudando.
- ¡Ves como no lo tienes claro! – dice molestx.
- No tengo nada claro… sé que te quiero, que quiero estar contigo… ¡Esto tampoco es fácil para mí! – grita enfadadx.
 No puedo con esto…
- Te amo – le dice mirándole a los ojos. Su mirada penetra en su piel, y en ese momento siente calma. Como si sus ojos pudieran sanar las heridas del momento.
 Yo más – dice risueñx.
- ¿Recuerdas ese día? – le pregunta briosx.
  ¿Qué día? – responde inciertx.
- Cualquiera.
- Claro, los recuerdo todos – le responde tiernx.
- Pues piensa en ello cada vez que esto se te haga imposible, cada vez que no puedas más… viaja a ese día, a todos esos días que te hagan falta para sonreír.
- No es suficiente. No puedo alimentarme del pasado y tampoco quiero vivir en un futuro incierto donde no sabré cuando volveré a verte – le dice comenzando a llorar de nuevo.
- Cierra los ojos y piensa en ese momento – le dice serix.
- Vale… - le responde sollozando.
- ¿Lo tienes? – le pregunta activx.
- Sí – le responde, visualizándolo.
- ¿Sientes como te abrazo?
- Sí.
 ¿Sientes como te beso el cuello?
- Sí – le responde llorando de nuevo.
 No llores, solo siéntelo.
- ¿Sientes mi lengua en tu oreja?
- Sí.
 ¿Y mi latido? ¿lo notas? – le pregunta esplendorosx.
- Claro. Siento tu pecho pegado tras mi espalda. Tu corazón tiembla, retumba… es como un solo de batería. Me gusta, noto las vibraciones por todo mi cuerpo.
-  ¿Y que ocurre después?
- Tus brazos me arropan con fuerza y me giran, poniendo nuestros rostros frente a frente. Veo en tus ojos un amor incondicional, un amor tan fuerte… No llores, deja que te siga contando.
- Perdona, es que ahora lo estaba viendo todo yo…
- Ójala pudiera estar junto a ti ahora, para poder secarte esas lágrimas.
- Sigue contando… estaríamos frente a frente. ¿Qué ocurriría después? – le dice soñándolo.
- Que nos besaríamos, todo el día, toda la noche… que mis labios se fundirían a los tuyos y no sabríamos donde empieza unx y donde termina el/la otrx.
- Te amo – le dice con los ojos rojos y la cara húmeda.
- Te quiero – le dice sintiendo ese abrazo, esas manos posadas sobre sus caderas, esos latidos apasionados, esas lágrimas saladas, esos llantos desgarradores… esa distancia que mata.
- Debo de irme a dormir ya… estoy algo cansadx.
- Yo también, mañana tengo tanto que hacer.
- Buenas noches. Te amo – se dicen a la vez.

Apagan los ordenadores y rompen a llorar. Sus habitaciones se quedan oscuras y en silencio. Lo único que se escucha son sus llantos, como cantos a la noche, que les observa curiosa, pero no se apiada de ellxs, pues observa sus sufrimientos todas las horas, incluso en sus sueños más profundos.

Esther

3 comentarios:

  1. jooooo porque tan trintes los tres que he leído??????????? :( me voy a poner a llorar.
    justamente te pongo que que a tu esposis, es curioso como situaciones que vivimos tan relaes y profundas las exterioricemos a raíz de relatos, lo que tanto esta práctica puede aportar, tanto al conocimiento de nuestras emociones como a la comunicación de éstas a los demás, sin posicionarte, sólo describiendo, como siendo un narrador omnisciente de algo que te ocurre realmente a tí.

    He empatizado contigo Esther; de hecho creo que es el relato más triste y tierno que he leído de tí; algo nuevo, un beso!!!! tqqqq

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esto es terapia de la buena Blanca :)

      Te quiero mucho preciosa ^^ ¡con ganas de leerte!

      Eliminar
  2. No se que decir esposis, me ha pegado fuerte. Estoy de acuerdo con Blanche, creo que es el relato mas triste y tierno que has hecho nunca, snif...

    Rosa

    ResponderEliminar