20/12/13

El último día de un condenado a muerte (Esther)


-          ¿Quién te crees que soy? ¡Mírame cuando te hablo! - le grité enfadado.

-          No existes. ¡Déjame en paz! - me dijo entre sollozos.

Y así es como empezó. Negando mi existencia. ¿Por qué? ¿Acaso no soy su amigo? Es triste ver como alguien intenta olvidarte. Borrarte con todas sus fuerzas de su memoria, aniquilar sus recuerdos. Odio creer que este es el día. Este es mi último día. Estoy condenado. Condenado a desaparecer, condenado a morir. Y detesto no saber por qué se quieren deshacer de mí con tanto ímpetu, como el mar se traga una fina gota de lluvia.

-          Jason, ¿con quién hablas? - le grita Eleonora, con su típica voz chillona, desde la cocina. La casa está llena de un aroma a pasteles y galletas. Todo muy dulce. Todo menos ella.

-          Con nadie mamá... con nadie - dice el pobre Jason. Intenta que su voz sea fuerte y dura, una voz anormal para un niño de siete años.

-          Pensaba que hablabas de nuevo con Chu - dice molesta, acercándose al cuarto de su hijo con el rodillo en la mano.

-          No mamá, Chu se ha ido - dice mientras me mira a los ojos.

Quiero participar en la conversación, pero no puedo. Siento que cada vez que me rechazan una parte de mí se hace invisible. Al negarme me ha arrancado la lengua. Noto, por primera vez, el sabor de la sangre. Tanta sangre que siento como mis pulmones se encharcan. Me ahogo en una mentira.

-          Muy bien - le dice Eleonora. Se acerca a él con el rodillo en mano. Demostrando quien manda. Lo deja caer sobre mis piernas.

-       ¡Eso ha dolido arpía! - pienso. Intento gritar pero no puedo, como sabéis, me he quedado sin lengua, y eso limita mi comunicación.

-          ¿Cuándo se ha ido? - le pregunta mientras le sostiene la mirada a Jason. El tiembla como un flan.

-          Hoy mamá. Le dije que era malo y que me dejara en paz – suelta otro engaño de nuevo. No me ha dicho eso. Yo jamás he sido malo con él. Todo lo contrario, he sido su única compañía cuando sus padres se pelean, cuando no le hacen caso porqué están más interesados en sus asuntos que en ver crecer a su hijo… en todo momento: en sus dudas, sus inquietudes, sus momentos más brillantes.

Los embustes del joven Jason se me clavan en el pecho. Me dejan al descubierto unos profundos arañazos. Sufro, sufro como jamás lo había sentido. Y no solo este dolor físico me está matando. Jason me mira con los ojos llenos de lágrimas. Sabe que estoy sufriendo por sus engaños, sus calumnias.

-          ¿Por qué lloras tesoro? - le dice Eleonora. Ella es la culpable de todo. No soporta que Jason y yo seamos amigos. Simplemente me tiene envidia. ¿Eso es suficiente para querer acabar conmigo? 

-          Me da pena Chu – le dice llorando. Eleonora coge su cara y le mira furiosa.

-          No te puede dar pena algo que no existe – le grita. Mis manos se esfuman – Hijo, deja de fantasear y juega con niños de verdad, no con un producto de tu imaginación. Un constructo asqueroso – dice muy molesta. Se desvanecen mis pies y a continuación mis piernas. Lo zarandea como a un muñeco. Quisiera poder hacer algo, pero cada vez queda menos de mí.

Cuando ella me niega no es tan doloroso que cuando lo hace Jason. Ella nunca creyó en mí, pero Jason siempre. Estoy junto a él desde que nació. Recuerdo el día que nos conocimos. Hicimos un pacto, él siempre iba a creer en mí y yo siempre estaría con él cuando se sintiera solo, o cuando tuviera miedo, o cuando quisiera jugar, irnos de aventuras. Tantas cosas y tantos momentos.

Jason no cesa de llorar. Su madre lo tiene sujeto de la camiseta y lo sacude como a un trapo. De mí ya solo quedan mis labios. Intento esbozar una sonrisa, la cual se parte en mil pedazos.


Desaparezco. Muero. Ya solo queda de mí una idea. Un recuerdo. Una pesadilla. Un llanto.

(Esther)

4 comentarios:

  1. ostris esther que relato más profundo de verdad; como el anterior, corto pero intenso.
    En verdad, lo he tenido que leer dos veces para llegar a omprenderlo del todo, lo cual es la primera vez que me pasa contigo pero gua, porque no era muy largo la verdad.
    Sabes? me ha generado un sentimiento de pena cuando lo he comprendido, porque a ver... el prota es el amigo imaginario de Jason, que sería como el coprotagonista, y este es posible gracias a la existencia del amigo "invisible". También se me ha ocurrido que el prota era como una especie de juguete, que al ser inservible lo querían tirar, por eso de lo del título, no?¿ por otro lado, también nos podríamos ir por los cerros de ubeda buscando un valor existencia al asunto y mucho más profundo.. como que la madre quiere que su hijo "crezca", por lo que éste habrá de desechar su parte más inocente, y por esto me ha dado algo de pena..
    en parte me ha gustado porque no das muchas pistas y eso crea mucho juego al lector; en cuanto a estilo creo que en este relato has sido concisa, sin pararte en muchas descripciones como en otros relatos haces y en este has ido yo creo "directa al greno"; yo hubiera relatado más la relación que tenian anteriormente el prota y jason, para que el relato generara más drama (que creo que esa ha sido tu intención, no?); por otro lado, creo que un monólogo interior le hubiera quedado muy guay a la historia..
    cómo se te ha ocurrido?¿ realmente, una idea original; besitos!
    Blanca

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    1. En un principio había pensado en escribir un monólogo interior por parte de Chu, el amigo invisible, pero luego quise que Jason y su madre conversaran sobre él y como sus palabras perjudicaban a Chu.

      No sé como se me ocurrió la historia, pero una vez la pensé, me pareció curioso y fui relatando.

      Me alegra que te gustara :)

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  2. Ah! muy chulo sipo! A mi me gusta que sea como que Chu "escucha" como hablan de el! Y es muy curioso y triste que desaparezca! Uno podria pensar que el nene esta to loco, pero ays, pobre Chu ^^ No me esperaba algo asi con ese titulo y ha sido una grata sorpresa, molto pene!!

    Rosa.

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  3. Qué bonito y qué triste! Coincido en que es original y, por tanto, inesperado (lo cual siempre da toque fresco a la tanda de relatos). Creo que está ideal tal cual lo has hecho: la primera persona queda espontánea y viva porque está muy pendiente del desarrollo de la escena aunque no participe de ella. Podríamos decir que hay dos planos de la acción que se van separando a medida que Chu "deja de existir" (es una escisión muy dolorosa!): la escena entre madre e hijo y las reacciones de Chu a esta, que contempla como un espectador. Es un desdoble interesante y está bien llevado desde las primeras líneas de diálogo entre ellos dos (ya no vuelven a hablar, todos los reproches de Chu a Jason serían sus respuestas pero la madre con sus inclementes mazazos de realidad aniquila toda posibilidad de Chu de afirmarse). Hay dos temas clave: el del paso de la infancia a la edad adulta (momento en que el sujeto ha de renunciar a las fantasías que lo habían acompañado para pasar a una interpretación de la realidad más plana) y el de la "dictadura" de esta interpretación prosaica sobre la fantasía, que no deja de ser una realidad interna muy válida. También podríamos decirle a Jason (voy a citar a Dumbledore) que "no es bueno dejarse arrastrar por los sueños y olvidarse de vivir" pero igualmente, aunque Chu sólo exista dentro de su cabeza, "¿por qué iba a significar eso que no es real?" (fin de la cita). En fin, me ha dejado nostálgica porque yo de pequeña tenía una pandilla de amigos invisibles y no me acuerdo del nombre de ninguno.

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