5/12/13

Nube de algodón (Blanca)


  • “Y como te decía, ¿quieres saber cómo comenzó todo? Tenía trece años y estaba en casa con mi madre, iba a venir una amiga suya a traerle un medicamento de la farmacia, estaba bastante enferma la pobre y de entre todos mis hermanos, me había tocado cuidarla. Mi madre estaba en su habitación en la cama para ser más preciso, se había vuelto tumbar después de gastar cierta parte de sus fuerzas duchándose, era verano. Y de pronto la Marisol vino, estuvieron hablando un buen rato y mi madre comentó: “anda Marisol, tráeme las bragas rosas que están encima del cajón”. Efectivamente, ahí es cuando lo supe.
  • ¿Saber qué?- dije.
  • Vamos, chiquilla, no me digas que no te lo puedes imaginar. - Silencio algo incómodo.- Mira debajo, a mis pies.
    Y me enseñó por debajo de la mesa de aquella cafetería su pie derecho que contenía debajo del zapato de vestir un bonito encaje negro, más tarde, se lo quitó y comprobé que tenía las uñas pintadas de un rojo pasión. Me encantaba. No estoy segura de la cara que puse, supongo que fue de total asombro al comprobar que aquel hombre... un momento, le gustaban mucho las bromas ¿era eso?
  • Sí cariño, así empezó todo.- comentó con aire misterioro.
  • Entonces quieres decir que...
    Y mi amiga me miró en plan de: “chica, pareces tonta, claro¡”. Ahora lo comprendía todo y sinceramente me alegraba al comprobarlo, aquella confidencialidad del grupo era un poco extraña. Un hombre de cincuenta años, casado con una mujer, que creía que le había tirado los trastos a la camarera de la cafetería. Sí y apenas lo conocía; sabía que era el amigo de Isabel y que ésta me había dado mucho por saco para que quedaramos un día y otro, en lugares diferentes, en cafeterías y bares de la ciudad que al menos a mí me eran desconocidos. Siempre con el coche del amigo de Isabel, del cual me había contado mucho pero que poco conocía, claramente, por lo que estaba bastante reacia a mostrarme dada mi personalidad tímida.
    Un día decidimos quedar los tres; yo salía de trabajar, estresadísima por la estúpida de mi jefa, la cual cada vez que la escuchaba, me daban unas ganas frenéticas de estrellarle el café con leche en la estúpida cara de mongola-trogrodita-esquelética. Siempre me acordaré de ese día porque fue el cumpleaños de mi madre y no me acordé, me lo recordó mi abuela el día siguiente y mi madre estuvo todo el día en casa sin decirme que era su cumpleaños; después de eso insulté también a mi sentido de la memoria infinita que heredé precisamente no de mi madre, que cada año se acuerda, como un reloj.
    Y bueno, a lo que iba. Quedamos para comer en un restaurante de estos que todo es muy rosa, no sé quién de los dos lo eligió, pero me pareció buena idea, y aunque por una parte me intrigaba un poco qué era lo que verdaderamente escondía aquel hombre, pues tenía claro que algo escondía.
    Después de la conversación inicial que te he comentado al principio, ya lo tuve claro y lo que no podía para era de reírme. Tantas y tantas dudas, tantas y tantas deducciones afirmadas en mi fuero interno, no podía ser de otra forma. Mario, aquel hombre cincuentón, con camisa y pantalón, frondoso pelo en la cabeza y sonrisa disponible y que a simple vista parecía un tío mío lejano con varios hijo a su espalda, lo vi con otros ojos, lo vi como a una amiga más del pequeño grupo que habíamos formado nada más un mes y medio antes, cuando mi amiga me convenció de conocerlo cuando íbamos a dejar unos papeles el el SERVEF y hacía un calor espantoso, por cierto.
    Ella, de pronto se convirtió en la “Lola” yo, la “Bruji” y mi amiga de toda la vida, la “Chica yeyé”. ¿Y por qué no? Me encantaba la idea, ahora solamente había formalizarse el nombre del grupo. Y mientras caminábamos hacia el coche de la Lola, nuestra amiga ya casi íntima contándonos nuestros secretos y fantasías sexuales, porque es sí, algo que la caracterizaba era hablar de sexo, sexo aquí, sexo allá, sin tabús ni pollas como se suele decir. Bueno, que me voy otra vez, perdona. Y mientras íbamos hacia el coche blanco de la Lola vimos un a feria en un descampado, sí el que está al lado del antiguo cine que íbamos a menudo, y vimos un puesto de algodones y el hombre que los vendía gritando: “¡ricas nubes de algodón! Están de rechupete”. Con un tono afeminado y característico de los hombres que “se les ve la pluma” y sí, dime prejuiciosa o todo lo que tú quieras, pero me reí y las dos se quedaron mirando y se rieron también. Y cuando paré, ellas no paraban, creía que se estaban riendo por lo mismo pero no.
  • Oye, ¿qué pasa?- comenté.
  • Ya tenemos nombre del grupo amigas para siempre- dijo la Lola, pero antes nos había cogido por los hombros, atrayendo nuestras caras, supongo que para no levantar sospecha, nuestra amiga tenía mujer y socialmente tenía que aparentar se un hombre, excepto con algunas amigas como nosotras. - ¡¡Amigas para siempre y secreto secretoso!!
    Y comenzamos a reírnos como nunca, ese día se me olvidó por completo la amarga cara de mi jefa.
    Después de unas semanas sin parar de enviarnos correos a una nueva cuenta por Internet, se nos ocurrió quedar otra vez. Sí, en otra cafetería, esta no me gustó tanto como la anterior, aunque también tenía su encanto.
  • Bueno chicas, secreto secretoso- ese día la Lole estaba muy habladora- ¿a que no sabéis qué me he comprado hoy?- y sin esperar a que contestramos respuesta alguna, dijo superemocionada- Unas braguitas de corazones, se las he enseñado a mi mujer y le encantan. ¡Y tengo una sorpresa para vosotras! Tenemos que ir al nuevo sex-shop del centro comercial, he encontrado unos conjuntos preciosos.
  • Lole, me transmites tanta energía cuando te veo.- dije sinceramente.
  • Ay, muchas gracias cariño. Sois lo mejor, amigas para siempre. Nube de algodón.- posteriormente hacíamos morritos y nos reíamos como niñas que éramos.
    Y bueno, mañana te cuento el final, que tengo sueño.
Blanca

5 comentarios:

  1. No sé si lo he pillado bien, creo que me he montado una película propia xDD
    The Blanche me gusta más en el estilo explorador de lasectadelossueños, pero hay que probar cosas diferentes etc. En el curso de escritura creativa habláis de estilos-dialogados?...

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    1. mmm era un tipo de estilo que era como el monólogo de james joyce en ulises y sí, algunos lo probaron, era como un diálogo interno..en verdad si, quería cambiar el estilo esta vez, el otro da más juego a modo de retórica, pero creo que me voy mucho por las ramas y en este me pasa al contrario... pero he de decir que este final del relato no lo considero final final la verdad, me quedó un poco ambiguo ejjej
      Blanca

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  2. Vaya vaya... creo que no he pillado toda la historia bien...

    Yo entiendo que la amiga/o era un tío que quería ser mujer o se comportaba como tal, aunque era heterosexual por que tenía mujer (bueno, podría no ser heterosexual, aunque estuviera casado, pero sobreentiendo eso en el relato) y se reunían todas estas muchachas a cotillear de cosas en general... ¿van por ahí los tiros?

    Distinto estilo, quizás me gustan mñas otros tuyos, pero vamos probando.

    Me gusta el final, cuando de repente dice... "Y bueno, mañana te cuento el final, que tengo sueño" pues queda de lo más coloquial, como si estuvieras hablando con la lectora :)

    Con curiosidad por leer el siguiente.

    Un beso ^^

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    1. mmm la Lola en realidad es un hombre a nivel fisiológico, pero realmente es una mujer desde que lo descubre por lo del incidente de las bragas con su madre y la amiga de ésta. Es super gay!! pero no lo aparenta, podría aparentar un macho ibérico, por lo que está muy reprimido por la sociedad; pero cuando quedan las tres y ya saben el secreto, es como que las une un sentimiento de amigas infinitas superbonito, como que está la Lola muy contenta, porque ya no está reprimida.
      Por eso de la represión social hace la tapadera de casarse con una mujer (pero en realidad son amigas, la mujer sabe que es una mariquita, como le gusta que la llamen), por lo que puede parecer raro, pero así es :D
      lo del final era cierto :P estaba cansada en la cama de escribir y no sabía que final hacer fue en plan cutre, pero como lo estaba escribiendo tipo una narración a alguna persona, pues no creo que le quedó tan mal :P
      investigaré otras formas, estilos y contenidos .

      Blanca!

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  3. Bueno, el final lo veo bien, pega con el rollo cultura-pop raro. Es como si el que lo cuenta no se tomara en serio a sí mism@ (XD) y por eso zanja así. Es una especie de anti-clímax burlón al lector: esperabas tensión?conflicto? pues te jodes! ya te lo acabo de contar mañana.
    Me temo que yo tampoco lo he pillado del todo xD Creo que me he perdido a partir de cuando empiezas a hablar del hombre de cincuenta años. No acababa de relacionarlo con la conversación del principio porque aún estaba tratando de averiguar a qué se referían con el "así empezó todo". Como pieza "coral" (conjunta) para sus andanzas de amigas funciona, pero a mí también me gusta más la línea de la secta, te arriesgaste más.
    En cualquier caso, se nota que exploras nuevas técnicas y que tratas de reinventarte cada vez, y eso me gusta.
    Besazos *-*
    (Anna)

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