28/11/11

Inquilinos en esta celda (Esther)

Exterior:

- Ya no queda nada para el gran día. ¿Cómo lo estas llevando guapa? - dice Victoria dándole un largo trago a su cerveza. 

- Pues con ganas de que acabe este martirio, pero por otro lado, me da pena, no se... he llevado a estos dos gamberros aquí dentro - dice Marga acariciando su vientre con expresión risueña - tanto tiempo, que ya me he acostumbrado a que sea así. No se... es como si abandonaran su hogar... su primer hogar - unas lágrimas finas le caen de los ojos - Pufff, llevo las hormonas alteradísimas. En estas dos últimas semanas he tenido unos cambios de humor impresionantes - dice mientras saca un pañuelo de tela azul del bolso y se seca las mejillas.

- Que cosas dices tía - dice Victoria riéndose. Marga llora un poquito más - Voy a pedirme otra cerveza, ¿tú quieres algo más?. Anda, que invito yo. Aprovéchate, es una oportunidad única en la vida - le dice con una sonrisa inocente.

- No Victoria, tengo el estomago extraño. Ya te digo que no se que traman estos dos, ¡no se quedan quietos ni un segundo!. Espero que estén más calmados cuando salgan - dice incrédula de sus propias palabras. Más lágrimas caen de sus ojos - Me termino el zumo y me voy para casa, estoy bastante cansadita. Me siento como una abuela, pero con la capacidad reproductiva en funcionamiento - ríe a carcajada limpia.

- Extraordinario - dice en voz baja Victoria, que se queda alucinada ante el cóctel de hormonas que tiene delante suya. Sin duda, no quiere pasar por lo mismo. La maternidad no es lo suyo - En fin... yo me tomo la última y ya te acompaño para casita, ¿te parece bien?.

- Claro, no tengo problema. Con la velocidad que bebes solo serán cinco minutos más, y eso lo puedo aguantar - dice puñetera.

- ¡Exacto!. Además, con el calor que hace, tengo una sed que parece irrefrenable - dice Victoria yendo hacía la barra dando saltitos.

- Pero si estamos a cinco bajo cero loca - grita Marga.

Interior:

- Gemelo 1: Llevamos más de siete meses y pico metidos aquí, los dos juntos, apretujados en este incómodo útero. Que te tiras un pedo y me das en la boca, así están las cosas de chungas en esta pringosa y húmeda celda. Aquí no hay espacio suficiente para dos tipos como nosotros. Fuimos grandes y lo seguimos siendo, aunque ahora nadie nos reconocería y ni se atrevería a admitirlo, hemos vivido una lujosa y exitosa vida, teníamos amigos y mujeres por todas partes y ahora, estamos condenados a yacer en esta cárcel caliente no sé sabe hasta cuando. 

- Gemelo 2: Míralo desde el lado positivo y no te quejes, al menos nos han dejado la calefacción puesta durante todo este tiempo. Podría haber sido peor.
- Gemelo 1: ¿Yo no se a quien se le ocurriría meternos a los dos aquí?. ¡No se han dado cuenta de que no cabemos!. No hace falta estar licenciado en arquitectura o ser un fanático del T-trix para saberlo. ¡No hay espacio!.

- Gemelo 2: Da gracias de que no seamos tres. He oído por ahí que a veces eso ocurre y que la situación es, mucho peor que esta.

- Gemelo 1: ¡Cállate enano!. Siempre con tus gilipolleces. Me tienes hasta los huevos.

- Gemelo 2: Pero si tú eres más pequeño que yo. ¡Yo llegué antes y lo sabes!.

- Gemelo 1: Que tonterías dices. Anda, quítate de aquí, que me molesta tú jodido brazo.

- Gemelo 2: Quien me mandaría dar las órdenes para fecundar a ese óvulo.

- Gemelo 1: ¿Que dices cretino?.

- Gemelo 2: Nada... estamos los dos algo irascibles. Mejor será que nos mantengamos callados un rato. ¿Te parece?.

- Gemelo 1: ¡No!. Ni tú ni nadie me dice cuando tengo que mantener la boca cerrada. ¿Me has entendido?.

- Gemelo 2: Estoy harto de que te creas superior a mi. 

- Gemelo 1: ¡Es que lo soy!.

- Gemelo 2: Lo que eres es un fantasma y un caradura. Siempre estas robándome la comida, durmiendo en mi cama y luego meas en cualquier sitio.  No eres más que un pringao' y un cerdo.

- Gemelo 1: No te atreverás a repetir lo que acabas de decir de nuevo, cabrón.

- Gemelo 2: Venga... mejor haya paz, ¿vale?.

- Gemelo 1: Ves... te rajas. ¡No vales para nada!. ¡Gallina!.

- Gemelo 2: ¡Ah! no puedo más. No hay quien te aguante. Eres... eres... 

- Gemelo 1: ¡Cuack! cuack cuack cuak. ¡Cuak! 

- Gemelo 2: ¡Te vas a enterar bastardo!.

- Gemelo 1: ¿Tú y cuantos más? - El gemelo 2 salta sobre el gemelo 1 y comienza a zurrarle. Pero el gemelo 1 lo agarra con el cordón umbilical y se pone sobre él - Acabaré contigo como acabé con el primero que apareció por aquí – el gemelo 2 pone una expresión confusa e intenta decir unas palabras, pero es demasiado tarde, el gemelo 1 lo mata a golpes – Es hora de salir de esta terrible cueva.

Exterior:

Auuu,auuu,auuu...¡Ahhhhhhhhh!,¡Ahhhh!,¡AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHH! - aúlla Marga dolorida.

- ¿Qué te ocurre Marga? - dice preocupada Victoria, acercándose a ella, corriendo, esde la barra.

- Creo que he roto aguas - dice con cara de felicidad.

Interior (empujando al exterior):

- Gemelo 1: La guerra no ha hecho más que empezar.

Esther

1 comentario:

  1. Me ha encantado!!!!Le has dado un toque de imaginación+humor al tema del título, pues los inquilinos son dos gemelos antes de dalir al exterior, los cuales se llevan algo mal... mama mia pobre madre cuando empiecen a hablar de verdad jejej.
    La verdad que es una idea simple y original y te felicito, Esther.
    A mi no se me ocurre mucho... con este título; escribiré algo, eso sí.
    ¿¿Como se te ocurren tan buenas ideas??
    Un besazo.
    Blanca

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