28/7/14

Transfobia (Blanca)


En el pueblo todos la miraban mal. Era como una suerte de desgracia. ¿Por qué no se había ido a la ciudad? Allí nadie sabía quien era, ni a nadie le importaba qué hacía con su vida. Un pueblo pequeño, un pueblo apenas habitado por mentes cerradas de cabeza y corazón que apenas tiene quinientos habitantes, sobre todo a los que respecta al público masculino.

La conozco desde que era bien pequeña, se me hace raro adjuntarle el femenino, ya que para los/as habitantes de mi pueblo siempre ha sido Esteban, un hombre. Y ha actuado siempre como tal. Nadie se imagina lo que es realmente, sólo yo. Mi hermana siempre me ha dicho que Esteban es especial, que de alguna forma no sabe porqué no se ha ido del pueblo nunca, aunque tampoco nunca ha llegado a encajar del todo.

Por lo que a mi respecta, desde hace unos años voy a una ciudad cercana a estudiar por lo que hago bastante viajes y por comodidad y ahorro, ya que mis padres conocen a Esteban de siempre y lo consideran hombre fiable. En nuestras idas y venidas a la capital hablábamos de todo, ya te puedes imaginar. Llevo yendo y viniendo desde hace más de tres años y el nivel del confianza aumentaba por momentos. Habían cosas, he de decir, que no entendía del todo, me parecía del todo extraño que me contara algunas anécdotas, consejos e incluso confesiones. Sí, era del todo extraño que Esteban de cincuenta años, me estuviera contando aquellas confesiones, por una parte alagaba su buena confianza depositada en mí, pero no me dejaba de parece un tanto raro. Y era en esos puntos en los que me decía a mí misma: “¿acaso no te estarás convirtiendo como esa pandilla de prejuiciosos/as que habitan en tu mismo pueblo?”. Todo se pega, y claramente los malos hábitos por encima, pero siempre me he creído una chica librepensadora y comprensiva.

Bueno, pues cuando esteban me confesó aquel día en la cafetería que se sentía completamente una mujer desde que tenía uso de razón, lo entendí todo. Ahora la podía comprender mucho mejor. Lo comprendía todo, aunque por otra parte no me lo esperaba. Se lo había guardado tan en secreto en el pueblo y había realizado tan tan bien el papel de hombre allí, que me pareció que me estaba tomando el pueblo. “¿Vas de coña?” Fue lo primero que le solté y al segundo me arrepentí porque según me contó era la primera persona dentro del pueblo a la que le había confesado su secreto. Y eso merecía un mínimo de respeto por mi parte. Sí, si me lo había confesado era porque me consideraba una chica madura y abierta de mente para no señalarla con el dedo después ni mucho menos desvelar que realmente no era un hombre, mucho antes de que yo pudiera cagar sola.

Después de su confesión se formó entre nosotras un vínculo indestructible de posteriores confesiones que nos han llevado a entablar más confianza, y es que a veces los prejuicios nos ciegan, y no podemos valorar lo bello del ser humano, puesto que independientemente de nuestro sexo y género cada persona es única, irrepetible y ha de ser valorada como tal. No me importa lo que diga la gente al respecto. Yo la quiero y punto.
BLANCA

3 comentarios:

  1. Ahhhhhh, te había escrito, pero se me ha borrado el comentario ¬¬

    Bueno, que me ha gustado mucho el relato, me ha parecido muy sentido, muy vivo y bonito.

    Cito una frase de tu relato que describe muy bien este tipo de rechazos "Todo se pega, y claramente los malos hábitos por encima" Todo se pega, y tanto... y te enseñan a ello, a que debes de hacer, que debes de dejar de hacer, que es bueno, que es malo, que es diferente, que es anormal... y es que salirse de la norma tiene sus consecuencias, las cuales no deberían de existir.

    En el escenario que planteas, parece que este tipo de comportamientos de miedo a lo diferente, asco, rabia, repulsión... es como más común. En un pueblo pequeño, donde todo el mundo se conoce, donde la oferta cultural se limita al bar del pueblo, donde los chismes son el agua que da vida a sus vidas, si hay alguien diferente, será señaladx, atacadx, insultadx, vejadx, etc.

    Rompamos con los estereotipos, las etiquetas... y vivamos y dejemos vivir libremente, cada cual a lo que desee... intentado salir/agrandar/deformar el marco que nos constriñe en un binomio Hombre/Mujer por excelencia.

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    1. aissssss :D me alegro que te haya gustado un relato muy vivido que he hecho con todo mi cariño la verdad, además de ser un tema que se te que gusta ;) como fue el curso online?¿¿ seguro que tope interesante
      blanca

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  2. Lo más destacable es para mí (creo que todas nos hemos dado cuenta del detalle) es que has sido la única que ha abogado por la comrpensión&aceptación, mientras que el resto hemos construido pequeños mundos dramáticos =)

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